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LA ALEGRIA DE LA VIDA

Hoy he vuelto a ti

Es curioso comprobar todas las cosas buenas que nos aporta escribir un blog.

Hoy, después de tanto tiempo, he vuelto a mi blog y me he entretenido en leer todos los artículos publicados. Y veo como he sido capaz en todo ese tiempo de desnudar mi lado sentimental, ese lado que muchos hombres por inercia de la tradición negamos sin titubeos.

Pues yo no quiero ser un hombre más. Yo quiero disfrutar de mi lado sentimental. Quiero emocionarme con una canción, un poema, una película. Quiero llorar ante la pena y el dolor o cuando la felicidad de un abrazo de mi mujer me lo solicite. No muestro mi debilidad, como nos decían nuestros padres, sino mi fuerza.

Si soy capaz de sentir, soy capaz de comprender los sentimientos de los demás. Si soy capaz de comprender los sentimientos de los que me rodean, soy capaz de darles lo que necesitan a cada momento. Si soy capaz de darles lo que necesitan a cada momento, conseguiré que este unidos a mi. Si consigo que estén unidos a mi, no los perderé nunca. Si no los pierdo nunca, ellos serán mi fuerza, una fuerza incomensurable.

Solamente aquellos que hemos probado del dulce nectar de escribir nuestro blog entendemos la paz, la tranquilidad y la liberación que nos produce. Mientras escribimos, nos sentimos libres para desnudarnos en todos los sentidos, con la fingida sensación de que sólo estamos nosotros, de que nadie nos ve.

Que bien me siento. Creo que debería escribir más a menudo. ¿No crees?

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