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LA ALEGRIA DE LA VIDA

Marcas

En la vida pasamos por muchas experiencias. Algunas son buenas, agradables, felices, ilusionantes. Otras son malas, tristes, desgarradoras, desalentadoras. Pero todas tienen una cosa en común: todas ellas dejan marcas en tu alma.
Y cuando eres consciente de ello, cuando puedes ver, tocar y sentir esas marcas entonces has llegado al pleno conocimiento de ti mismo.
Cuando lo consigues lograr diferencias el tacto suave y agradable de las marcas positivas, esas que están relacionadas con experiencias alegres, divertidas o enriquecedoras, del tacto rugoso y escalofriante de las marcas negativas, las relacionadas con experiencias tristes, dolorosas o perturbadoras.
Las primeras, las positivas, las tenemos siempre a mano, las recordamos con frecuencia, el calor de los brazos de nuestra madre, el olor del suavizante de la ropa cuando eras niño, tu primer beso, tu primer amor, la sonrisa de alguien desconocido.
Sin embargo, las segundas, las negativas, las encerramos en el fondo más recóndito de nuestra alma para que no sean recordadas con asiduidad, para que no vuelvan a ser recordadas nunca. Sin embargo, a pesar de todos nuestros esfuerzos, tarde o temprano, vuelven a primera fila, vuelven a ser rememoradas.
Creo que ese es un error que cometemos. Deberíamos no tener miedo de estas marcas, sino analizarlas, comprenderlas. Creo que deberíamos de cargarlas con el peso de la razón para que se hundan profundamente. De esa manera permanecerán en el olvido pues hemos conseguido entender sus motivos y hemos dejado de tenerlas miedo.
Hoy he comprendido eso. Hoy he comenzado a ver las marcas que tengo en mi alma. Hay muchas pero iré viéndolas una a una, comprendiéndolas. Disfrutaré con las marcas buenas. Lloraré y sufriré con las marcas malas. Pero sé que ese dolor es la confirmación de que las heridas, las marcas, se están cerrando, se están curando.
Ayer, toque el fondo del abismo, pero después de toda esta auto-reflexión y de las sabias y dulces palabras de mi angelito de la guarda anoche, siento que mis piernas se flexionan pero no para seguir cayendo sino para tomar impulso. Voy de nuevo a toda velocidad hacia la parte superior del negro túnel. Ya casi percibo un brillo blanco sobre mi cabeza. Ya queda poco para volver a ser quién era. ¡Qué se prepare el mundo! ¡Que se prepare mi gente porque estoy de vuelta y no creo que tarde mucho más en llegar!
Un beso para todos.

P.D.: El apoyo que me brindas nunca será olvidado. Será una marca positiva que tendré siempre cerca de mi corazón para recordarla cuando sienta que las fuerzas me flaquean. Eres mi sol que aparece después de muchos días de lluvia y tu sonrisa el arco iris que renueva mi ilusión. TQM.

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